SALA DE LECTURA

XII CONCURSO DE CUENTO CORTO BABEL

A partir de esta edición,  y en las próximas entregas del Blog iremos publicando los cuentos premiados.

Hoy,  el cuento que ganó el 3º premio.   Su autor es Roni Bandini. Vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiene 38 años,  premios y publicaciones en Argentina y en España por sus novelas y cuentos. 

Para los lectores interesados en leer su humor ácido, dejó en la biblioteca la novela EL SUEÑO DE COLBERT, 3º Premio Fondo Nacional de las Artes, 2007. 




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Pobre Pellegrini
If you're going to be crazy, you have to get paid for it
or else you're going to be locked up. 
Hunter S. Thompson
Hoy lo van a echar a Pellegrini. No me quedan dudas porque vinieron los de Recursos Humanos y están reunidos arriba desde hace una hora. Es difícil concentrarse así. Yo tengo una señora enfrente ahora mismo reclamando por su plazo fijo. Tiene razón la señora pero peor es quedarse sin trabajo, como Pellegrini. Me da lástima Pellegrini. Es un buen tipo, un pobre tipo.  Empezó con nosotros como ejecutivo de cuentas y era bastante bueno. Manejaba el sistema del banco como nadie y tenía buen trato con los clientes, hasta con las señoras como ésta que se queja y tiene un balance de doscientos cuatro pesos.
Lo de Pellegrini empezó con el corralito. Ahí venía la gente y nos puteaba, nos amenazaba. A todos nos afectó. Giménez se tomó licencia, Villegas empezó a tartamudear pero Pellegrini...En apariencia estaba bien, llegaba a horario, atendía clientes y todo pero cuando los despedía, en lugar de saludar con “hasta luego”, decía “hasta los huevos” Lo decía en voz muy baja pero algún cliente lo habrá escuchado y  se habrá quejado porque lo separaron, en realidad lo pusieron en un box de supervisor que estaba vacío. Ahí empezó a hacer cosas raras. Se sentaba frente a la computadora y tecleaba haciendo fuerza, tac, tac, TAC, un ruido terrible como una ametralladora. También se hacía el que hablaba por teléfono, como si tuviera cosas importantísimas que comunicar. Hablaba en inglés, tapaba el tubo y me decía “teleconferencia, casa matriz” Yo me iba a almorzar y no insistía porque la ayuda en su caso ya tenía que ser profesional. Por más amigo que uno sea, a veces no se arreglan las cosas con un almuerzo y una charla.
Y el banco tuvo paciencia pero a los seis, siete meses lo mandaron al entrepiso. Si hay un lugar donde no importa decir “hasta los huevos”, ametrallar el teclado o inventar conferencias es justamente ahí, en la gerencia del entrepiso. Ese lugar está suspendido, es como una celda de castigo, un lugar bien separado y visible para dar un ejemplo a los demás. Son cosas muy estudiadas, métodos de inteligencia corporativa, van tirando para arriba a los tipos quemados sin hacerse cargo de los daños. Los suben formalmente y los dejan ahí como ejemplo para el resto, principalmente para los ejecutivos de cuenta. Es una forma de advertirnos, que no podemos aflojar, no podemos dejarnos afectar por la agresividad y la ansiedad de los clientes. Hay que mantener la misión del banco, hay que generar ganancia. 
Por eso me molesta esta señora. Dale que dale con su plazo fijo. No ve que yo estoy con los clips. Hay que tener ordenados los clips, uno enganchado con el otro, sino se pierden y eso le quita ganancia al banco. Cada clip 0.05 centavos, cien clips cinco pesos, mil clips ya son cincuenta pesos y de ahí para arriba. Entonces yo los engancho y así voy controlando. No es que los robo ni nada de eso, al revés yo reconozco la importancia de los clips. Hay cosas que solamente se pueden hacer con un clip. Es una cuestión de medidas. Engrapar hojas es más definitivo, mucho más definitivo, el clip justamente es algo intermedio entre tener las hojas sueltas y tenerlas engrapadas. En el banco necesitamos orden, para el orden necesitamos los clips y los clips los tengo yo, enganchados. Pero la señora muy ansiosa, pidiendo por el gerente, el GERENTE y el gerente completamente loco y además a punto de ser echado. 
De hecho ahí baja del entrepiso, viene escoltado por los de Recursos Humanos y uno de Seguridad.
Seguro que se quiere despedir. Y me va a decir “hasta los huevos” como siempre.  Pobre Pellegrini.

Roni Bandini

Comentarios

Unknown ha dicho que…
me gustaria leer mas cosas de este autor! alguien sabe de alguna libreria de Buenos Aires en donde pueda conseguir las publicaciones de Roni Bandini?
cualquier cosa les dejo mi mailezequielbenitez4@gmail.com
saludos!