SALA DE LECTURA

Fueron bur贸cratas, carteros, camareros, empleados de banca, contrabandistas de opio, diplom谩ticos, aviadores, acr贸batas e incluso cazadores de ballenas en el 脕rtico. Y, en sus ratos libres, escrib铆an obras maestras. ¿C贸mo sobreviv铆an ? ¿Qu茅 trabajo les permit铆a dedicarse a la literatura?

Hubo emprendedoras como la novelista francesa Colette que en 1932, ya con 60 a帽os, mont贸 un instituto de belleza.
A帽adir leyenda

Maxim Gorki (ruso, 1868-1936) empez贸 a trabajar desde ni帽o como descargador en el Volga. Luego fue pinche, fogonero, pescador, panadero. Sin embargo, bast贸 que uno de sus cuentos tuviera 茅xito para que comenzara a colaborar en varios peri贸dicos y tuviera que escribir dos art铆culos al d铆a. Curiosamente, Gorki confesaba que ese "trabajo esclavo" lo agotaba.

Jack London (1876 – 1916, estadounidense), en 1897, durante la fiebre del oro, desembarc贸 en Klondike, trabaj贸 duramente e incluso vivi贸 en una caba帽a abandonada rodeado de lobos. Claro que cuando se dedicaba a la escritura se quejaba de intensos e insoportables dolores de espalda.
revistadeletras.net

Esta consideraci贸n de la escritura como la m谩s agotadora de las tareas tambi茅n nubl贸 a Charles Bukowski (1920-1994, estadounidense nacido en Alemania) trabaj贸 disciplinadamente durante 14 a帽os como cartero, pero que "cuando le dieron un sueldo por escribir, se qued贸 paralizado por el terror toda una semana".

Georges Perec (1936-1982, franc茅s) no abandon贸 su empleo subalterno de documentalista en un laboratorio m茅dico.

Para muchos escritores, trabajar en algo que no tuviera que ver con la literatura les permit铆a tener libertad, ya que su medio de vida no depend铆a de lo que escribieran.

En las estanter铆as de babel, sus obras.

Comentarios