A BUEN POETA...POCAS PALABRAS

por  ELVIRA UVA

Se me ocurre comparar el haiku con la elegancia de un suspiro, la duración y la intensidad de un relámpago, la armonía de la música, los ritmos de la naturaleza... 

Una síntesis del acá y el ahora en poemas en los que los silencios tienen más peso que las palabras:

Un viejo estanque;
se zambulle una rana,
ruido de agua.

Matsuo Bashô (1644-1694).

Pero, ¿cómo lo logran?

El haiku, poema japonés brevísimo no necesita título ni rima y el poeta tiene la libertad, si lo desea, de no usar mayúsculas ni puntuación.

 Pero sí de respetar las, aproximadamente, 17 sílabas y 3 versos(5-7-5)que exige su métrica.

En cuanto a las palabras, algún o ningún verbo, algún o ningún adjetivo; sí, sustantivos bien elegidos potentes e imprescindibles para describir lo que  perciben los sentidos y está sucediendo en el entorno del poeta: 

Leve es la primavera:
sólo un viento que va
de árbol en árbol.

Usuda Arô (1879-1951)

lluvias de mayo
y de pronto, ¡la luna
 entre los pinos!

Oshima Ryota (1718-1787)

Haikus de escritores rioplatenses:

de Mario Benedetti:

una campana
tan sólo una campana
se opone al viento

conforme truena
los oídos del bosque
se vuelven hojas

de Jorge Luis Borges:

¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?

de Andrés Neuman:

Persecución.
En el retrovisor
la luna llena.


de María Santamarina:

Bosque de otoño:
sólo el paso mullido
 del leñador.

Y ahora. ¿quieren intentarlo? Observen a su alrededor...