SALA DE LECTURA

Hace algunos meses Julia Saltzmann, Jefa Editorial de Alfaguara y Taurus Argentina, hizo un viaje a Colombia. Y lo que vio allà en materia de bibliotecas populares la entusiasmó. Fragmentos:
La apuesta de las alcaldÃas de Bogotá y de MedellÃn, de un sistema de fondos aportados por empresarios y de muchÃsimas personas que se dedican a la promoción de la lectura, a programas de ediciones populares de distribución gratuita, a construir y mantener bibliotecas y centros culturales.
Sabiendo que cultura no es espectáculo y figuración sino nutrición, crecimiento, alegrÃa y poder, en las montañas de MedellÃn, en medio de las casas precarias que arrasa la lluvia, en medio del barro y la confusión, se levantan las bibliotecas públicas más modernas, equipadas, eficientes y hermosas. Edificios orgullosos. Salas de lectura, de informática, de exposiciones, de cine, ludotecas, auditorios para actos y espectáculos, y también zonas sin utilidad ninguna más que el gozo gratuito del espacio y la luz: fuentes, jardines, espejos de agua, patios y galerÃas. Espacios para estar, para esperar, para conversar y contemplar, para la reunión y la introspección.
Allà va gente de todas las edades a estudiar, a leer el diario, a buscar libros, a navegar por Internet, a reunirse, a jugar. Yo la vi, usando lo que se merecen, aprovechándolo y respetándolo. Vi todo esto, sÃ, con el corazón conmovido al vislumbrar que tal vez, finalmente, sà era posible un mundo mejor'.
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