SALA DE LECTURA

¿A qué llamamos?

Best sellers (o superventas. En sus orígenes se refería simplemente a "los libros que se venden más". Después pasó a calificar a aquellos libros que , por venderse bien, eran sospechosos de insuficiencias literarias. El Código Da Vinci o la saga de Harry Potter, por ejemplo. O las obras de Stephen King.
Long sellers son los libros que, desde El Quijote hasta Cien años de soledad de García Márquez, pasando por El guardián en el centeno de Salinger, tuvieron su momento y lo prolongaron; libros de calidad literaria, a los que la pátina del tiempo ha aumentado su prestigio.
Fast sellers, meteoros, libros de éxito fulminante y efímero que responden a necesidades inmediatas y que se hacen cómplices de la sensibilidad o de ciertas ansiedades o intereses del momento.
Por supuesto, como en todo , no hay líneas divisorias definidas: un libro como Lolita, de Nabokob, nacido como fast seller al cual el record de ventas, a lo largo de los años, lo convierten en un long seller. O un escritor como Umberto Eco (El nombre de la rosa, 1980), comentó alguna vez la gran atracción que sobre él ejercía la idea de participar en un juego del que se conocen bien las reglas y las piezas: investigar y planificar y cuidadosamente tramas de interés popular utilizando siempre la mixtura de realidad histórica y ficción.
Pero el éxito de mercado siempre es incierto: aunque depende de una buena campaña publicitaria o de las recomendaciones de personajes muy conocidos, a veces el" boca a oreja" es la mejor herramienta para difundir su lectura. Así sucedió con Soldados de Salamina de Javier Cercas.

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