Cuentos ganadores y menciones 2° categoría 5° Concurso de cuento ilustrado "Barrilete"

 Vieja de vidrio // La semilla

Elión

Se dice que hace muchos años una familia se mudó a Rizaña, una ciudad al norte de Europa, pero no la busquen en el mapa, porque ya no existe, allí se construyó otro pueblo. Pero la casa de las que les voy a hablar sigue allí con la misma dulzura que hace cincuenta años y con su parte oscura...

Hola soy Juana,les quería contar sobre la experiencia que tuve a mis seis años. Era una tarde de sol, yo y mi amiga Elión nos divertíamos jugando en el patio con su nuevo perrito Teo, cuando de repente empezó a nublarse y pronto comenzó a llover, con Elión entramos a mi casa, comimos algo y nos fuimos a mi pieza donde seguimos divirtiéndonos con muñecas, pero en un momento llegó la noche y Elión se tenía que marchar a su casa, yo no quería, así que insistios y la dejaron quedarse. esa noche fue una pesadilla, era la primera vez que la dejaban quedarse a dormir, los truenos y relámpagos eran incesantes, pero lo más sorprendente era que ella no dejaba de silbar y yo no pude dormir en toda la noche. Le insití que parase y no. Así que intenté dormir con su música en mis oídos. A la mañana me vestí, me había olvidado que ella estaba, me había olvidado lo que sucedió en la noche. Como siempre fui a despertar a mamá y a papá, me gustaba saltar entre las colchas y revolcarme en ellas, cuando papá me hacía cosquillas, pero al entrar a la habitación sus cabezas estaban tapadas y al saltar no se despertaron, así que divertidamente los destapé, pero mi sonrisa desapareció, encontré a mamá y a papá sin vida, con los oídos sangrando y todo su cuerpo escrito con sangre notas musicales. Corrí a ver a Elión y le había pasado lo mismo. recordé que mamá me enseñó el número de la policía y lo marqué, no tardaron en llegar y también acudieron mis tíos que me mantenían calmada, porque yo no podía creer lo que estaba sucediendo. En un momento un doctor o un policía (que yo no veía la diferencia) habló con mis tíos y les dijo que la niña y mis padres estaban muertos desde hacía seis horas, yo pensé que Elión era quien estaba silbando desde las doce. Si Elión no fue a quien le hablé...¿A quién fue?




El pepito //  Dr. Mateo J. Molina

Un par de botas

Había una vez una familia muy humilde que tenían un hijo que soñaba con tener un par de botas. Un cabo estaba en la comisaría, cuando llega un agente con un detenido, el cabo empieza a interrogarlo: ¿Trabajas? él responde - no señor no consigo trabajo, hago changas, el cabo le responde - ¿Y por qué te trajeron? El hombre le contesta - porque robé un par de botas.

El cabo manda al agente que lo detengan y que vayan a la casa a buscar las botas. El comisario se pregunta ¿un par de botas? ni para robar sirve esta gente vaga. Pasaron dos horas cuando llega el agente y le dice : permiso mi comisario, acá vengo de la casa del detenido a traer las botas que robó, me las entregó su esposa, las tenía puestas un hijo de ellos, un chico de unos once años. Con que esas son las botas dijo el comisario, son muy chicas para ensuciarse las manos. ¿Qué le dijo la mujer?Nada mi comisario lloraba tanto y cuando me iba a ir me dio esta carta para que se la entregue a usted. A ver leéla  dijo el comisario. Luego de leerla dijo el comisario: agente vaya hasta la casa del detenido y devulévale las botas, le dice a la mujer que fue un mal entendido, me lo suelta y le dice que mañana venga que le voy a dar trabajo. Se fue el agente y el comisario se acomodó en la silla para leer de nuevo esa carta, el comisario temblaba cuando leía esa carta: Señores Reyes Magos yo les pido que no se olviden este año de traerme las botitas, yo soy bueno y según dicen los otros chicos si uno se porta bien todo el año ustedes siempre dejan un regalo. Al dejar de leer, el comsario sintió como una brasa dentro del pecho y largó con rabia murmurando - mientras que la miseria haga ladrones de esta laya yo nunca serviré para comisario.




Pipooo //   Dr. Mateo J. Molina

El mundo sin tilde

Ayer, terminando de hacer mi tarea escuché un ruido en laa cocina, tenía un poco de miedo, pero me concentré para terminar pronto. Cuando terminé tomé coraje y fui a ver de qué se trataba, no vi nada raro, entonces volví al comedor, me sorprendí, porque vi la carpeta abierta y las hojas se movían solas. Decidí tirarme sobre ella, fue cuando vi una especie de luz arriba de mi cabeza.

Era como una puerta que me transportaba dentro de mi carpeta.

Estaba rodeado de letras, palabras, puntos y comas. Pero algo noté que faltaba...

Obviamente las tildes, me di cuenta porque se trataba de mi carpeta.

El reloj marcaba que tenía un desafío por delante corregir los tildes en una hora. Pasados los cuarenta y cinco minutos ya estaba finalizando mi desafío.

Ya terminado el reto de la corrección, vi una mano que me tocó el hombro, que hizo que me despertara de mi sueño.

Era mi Seño claudia felicitándome que por primera vez usé las tildes...

¿Habrá sido todo un sueño o real?




Mesi //  Dr. Mateo J. Molina

El bebé

Había un bebé que hablaba dentro de la panza.

- Mamá ya van dos días y me estás haciendo mal porque fumas y no comes sano.

- Mamá ya va un mes y no falta tanto para nacer por favor comé más sano y no metas esas cosas en la nariz  me hace muy mal por favor no lo haga más.

- Mamá ya van cinco meses y quiero conocer a mi papá ¿dónde está?

-Mamá ya van ocho meses y falta un mes para nacer y no te hagas la emo que no te hicieron nada y porque ayer fuiste a una fiesta de rock y tomaste mucho alcohol y me siento mal.

- Mamá ya faltan dos semanas y perdón por haberte pegado patadas, es que tomabas muchas cosas y eso a veces me hacía mal y por eso te pegaba sin querer, no queriendo y no veo la hora de nacer y conocerte y conocer a mi papá.

- Mamá ya va una semana para nacer y conocerte.

- mamá estoy naciendo vamos rápido al hospital que me muero.

- Mamá te estoy viendo eres hermosa ya quiero ir a casa a abrazarte, vamos.

- Mamá dónde vamos por qué me dejas acá, mamá veo tigres, mamá ayuda, mamá.




Maki //  Dr. Mateo J. Molina

La última noche

Un día como cualquier otro, fuimos a comprar con mi mamá y mi hermano. Mi mamá nos había contado muchas historias de ese lugar, de terror y de fantasía, nos contó que había una iglesia embrujada y que si entrabas a la noche esa iba a ser tu última noche. Pasamos toda la tarde jugando y fuimos a explorar y encontramos la iglesia de la cual nos contó mi mamá. Nos dio mucho miedo, tanto que volvimos corriendo al campamento. Mi mamá nos advirtió que no vayamos a escaparnos a la noche, nosotros lo negamos de toda forma. Cuando llegó la noche mi hermano estaba mirando como mi mamá cocinaba y yo estaba dibujando, comimos nos fuimos a hablar hasta que nos dormimos. Está todo normal, al otro día desayunamos, nos metimos la río, jugamos un montón, ayudé a mi mamá a cocinar. Comimos un rico pollo a la parrilla con papas, después de comer descansamos un rato, estaba atardeciendo y al otro día nos íbamos. Empezamos a acomodar las cosas guardamos un poco de ropa que habíamos lavado en el río, otras cosas. Y solo dejamos las cosas que íbamos a usar esa última noche. Ya empezó a anochecer, jugué un poco al fútbol con mi hermano, calentamos la comida, comimos, dibujamos y nos fuimos a dormir. Llegó un momento de la noche en el que me desperté por el frío, ya que estaba la puerta de la carpa abierta. Cuando voy a cerrar la puerta me di cuenta de que mi hermano no estaba. Salí a buscarlo pensando que estaba cerca, pero cuando salí no lo encontraba. Lo fui a buscar más lejos y no lo encontraba, hasta que llegué a la iglesia y ahí estaba, pero mi mamá nos dijo que no entremos, le grité que se quedara quieto y fui a buscar a mi mamá. Fuimos corriendo, pero cuando llegamos ya era muy tarde él ya no estaba. Volvimos al campamento pensando que había regresado pero no, fue entonces cuando nos dimos cuenta que esa había sido su última noche.






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